La devoción a San Roque, abogado contra la peste, cuya fiesta es el 16 de agosto, es en Algemesí de las más antiguas (1657). Fiesta de calle, se celebraría en la zona de la calle Montaña hasta la plaza y adyacentes.
La antigua ermita estaba en lo que era una de las entradas a Algemesí, y actualmente está, como se ve en la fotografía, en el bajo de este edificio.
D. Benito Ballester describió así la antigua Ermita de San Roque:
"Es una muy pequeña, pues sólo caben algunas personas, y está situada al extremo de la calle de la Montaña, cuyo patrono es el santo que en ella se venera, colindante con el puente de su nombre. No se celebra en ella culto alguno, fuera de los tiempos de epidemia, en que se suelen celebrar misas para rogar por la intercesión del santo. Está valorada en 7000 reales."
Y se añade en una nota: "Fue derribada por dar paso a la calle de la Montaña; asolada definitivamente en 1936-39."
Explica Lluch Garín que la ermita de San Roque "era la entrada a Algemesí por la calle de la Montaña. También hubo en su historia una promesa: la de un vecino que temió el contagio de la peste, y como salió sano y salvo de ella, cumplió su palabra y levantó la Ermita."
Hasta mediados del siglo XX se celebraba al parecer la fiesta de San Roque, con "procesión, misa, pasacalle, serenatas, tracas..." Pero a mediados de los años 60 ya se lamentaba una vecina en estos términos: "Todo se pierde. Antes iban los jóvenes de paseo a las calles donde hacían las fiestas... Ahora todos se van al cine...". En esto sí que ha cambiado de verdad Algemesí: ahora ya no hay ni un cine.
La fotografía y algunos datos han sido tomados del artículo de Luis B. Lluch Garín "Ermitas de Algemesí. Unas devociones bien arraigadas", publicado en las Provincias en abril de 1965, e incluido en el volumen Ermitas y Paisajes de Valencia (1980).
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