Antiguo Cristo de la Agonía, el Crist del Calvari.
María Nieves Bueno Ortega, abril 2019.
Se conservan algunas tradiciones de Semana Santa y Pascua de Resurrección. No todas. Algunas desaparecieron hace mucho. Queda lo importante, pero es una lástima.
En 1959, y hace ya 60 años, aniversario poco recordado, aparece por primera vez la Junta Central de Cofradías de Algemesí. Y publicaron su libro de fiestas, con artículos de D. Amadeo Llácer; D. Juan Belda, párroco de San Jaime; D. Ramón Sancho, cura de María Auxiliadora; D. José M. Alonso, párroco de San Pío X; D. Joan Segura; D. Martín Domínguez; y artículos de cada Cofradía. Con textos en latin español y valenciano.
Salía entonces la extinta Cofradía del Santo Expolio, con magnífica escultura de D. Leonardo Borrás.
Y se estrenaba la Cofradía del Santo Cáliz de la Cena Sant Grial, de corto recorrido. Era presidente José Forés. Ese año se bendijo su nueva Imagen y salieron en procesión el Jueves Santo.
También era nueva la Cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía, del Carrascalet. Era presidente Antonio Espada.
Algunos recordaban aquel 1959 las antiguas tradiciones de la Semana Santa de Algemesí, como los adornos de las casas particulares, algunos a modo de monumentos de Jueves Santo: la "Dolorosa de les Petites", el "Llitet de Casa Morell" (casa que estaba donde está ahora el Pasaje), el "Sepulcre dels Corpovanos". Imágenes y objetos ya perdidos (destruidos en la guerra civil), y con ellos la tradición. Sabemos de alguna familia que continuó poniendo su pequeño monumento cada año, ya en privado, con sus figuritas, su cristo yacente, las velas en minatura...
Martí Domínguez, siempre pendiente de rescatar del olvido las tradiciones de Algemesí, recordaba con nostalgia sus años de niñez, hablando de "Aquellas lágrimas de las andas del Crist del Calvari".
Transcribimos algunos fragmentos de su artículo:
"aquel olor a dulces santos - les coques o el arnadí- que aromaban nuestras casas de Algemesí a partir de María Sòla..." "aquellos soldados romanos, barbudos, sayones, recortados en madera, que nos horrorizaban de niños, junto al suntuoso llit de Casa Morell en que yacía el Señor muerto, durante el Jueves Santo..."
"aquel ruidito argentino, aquel tintineo arpegiado, casi angélico, que dejaban a su paso las andas del Cristo del Calvari, al golpear el follaje de las arandelas, las alargadas lágrimas de cristal que las enjoyaban. A medio vestir, envuelto en una manta, nuestras madres en el amanecer del Viernes Santo, nos han sacado hasta la puerta para que viéramos al Cristo de la Agonía. De rodillas ellas, nosotros en sus brazos, contemplábamos la Imagen patética del Señor que avanzaba lentamente..."
"Y en ese frío de la mañanita del Viernes Santo, aquellas lágrimas de cristal -que en Agosto, el día del Cristo, sonaban con solemnidad triunfal de palio de Corpus- tenían ahora efectivamente, el argentino son, un poco amargo y líquido, de las lágrimas de la Pasión."
"Por la noche, cuando después de la procesión del Entierro volvía el Cristo a su Ermita del Calvario, acompañado otra vez por una gran multitud, otra vez volvíamos a oír el tintineo de aquellas lágrimas de cristal, cuyo llanto parecía humedecer nuestra alma..."
En 1959 aún no tenía el Cristo sus nuevas andas. Se lamentaba Martí Domínguez, añorando las viejas tradiciones, de la poca gente que acompañaba ahora al Cristo, especialmente en su regreso a la Ermita. Y apelaba a las Cofradías, asociaciones, parroquias, frente a un Algemesí que se veía (hace ya 60 años) "desolado y pagano".
En algo más tenía razón Martí Domínguez: "No se puede vivir de recuerdos... No se debe. Es, incluso, pecado." Y aunque "hay que rendir culto al pasado", ha de ser "viviendo en el presente" y "de cara al futuro".
Y que decir... nos hemos puesto también nosotros algo nostálgicos frente a estos textos, a los recuerdos de un Algemesí desaparecido, que ya era nostalgia hace 60 años. Del aniversario de la Junta de Cofradías, de las antiguas tradiciones que se perdieron todos sabemos cuándo y cómo, pocos se acuerdan, pocos las conocen.
Ya casi ciudad-dormitorio, Algemesí mantiene sus fiestas a la Mare de Déu de la Salut con esplendor creciente en cuanto a difusión del patrimonio, pero la devoción es otra cuestión.
Tantas tradiciones han pasado al olvido...
Sin embargo, olvidadas las tradiciones puntuales, queda lo más importante: la Pascua de Resurrección, como cantaban antaño los niños al toque de Gloria:
"Ratetes penaes
ixiu del forat
que el rei de la Glòria
ha resusitat"
Feliz Pascua de Resurrección
(No tiene nada que ver con el tema, y aunque no sirva de nada, no está de más recordar que es de buen gusto y cortesía, cuando se utiliza contenido de, por ejemplo, este blog, añadir el correspondiente enlace, citar la fuente, etc...)