D. José Moreno Gans en 1928.
En 1928, el compositor D. José Moreno Gans (Algemesí, 1897 - Muxía, 1976) ganaba el Premio Nacional de Música con la obra Pinceladas Goyescas. Poco después se publicó esta entrevista en La Correspondencia de Valencia, que transcribimos:
"Un revuelo ha causado la noticia del fallo. Los periódicos se han limitado a publicar la fotografía de Moreno Gans, favorecido con el Premio Nacional de Música. Unas líneas ensalzándole, y nada más. El valenciano no habló con ningún periodista. No tenía tiempo de contestar preguntas,. porque marchaba hacia su tierra. El tren no espera...
Pero nosotros, con toda tranquilidad, valiéndonos de la amistad que tenemos - amistad sincera, de amigos - y conociendo todos los rincones de su vida, varias horas antes de la salida del tren, tenemos que charlar. Nuestro periódico tiene que ser el primero que lance a los lectores las impresiones de este ilustre músico valenciano, ilustre desde hoy para el público, pero hace muchos años para nosotros, porque no ha sido necesario que el jurado le conceda ahora el Premio Nacional de Música, para descubrírnoslo. Hace tiempo que le conocemos y sabemos lo mucho que vale.
Vamos, pues, a inteviuvarlo (sic), y para ello nos dirigimos a su gabinete de trabajo, instalado en la modesta pensión de la Cuesta de Santo Domingo.
Le encontramos preparando el equipaje para salir de Madrid.
Le felicitamos con entusiasmo. En el gesto risueño que siempre tuvo para todo el mundo, no exalta sus facciones templadas y austeras. Su carácter es modesto y humilde. Sin embargo, tras su sonrisa se ve el detalle de la presunción, ya que es la primera vez que se reconoce públicamente su valía:
- ¿Qué hay, valenciano...?
- Valenciano, eso es. De Algemesí, donde mis padres cultivan tierras. Son labradores.
- ¿...?
- Desde bien pequeño, mi instinto era siempre lírico. Sin parar y sin descanso, propio de la juventud que sueña en un ideal, ingresé en la banda de música del pueblo; allí ya pudieron apreciar mis dotes líricas; siempre me encontraban los compañeros creando sobre el pentagrama ideas, aunque sin coordinar. Mi padre también fue músico.
- ¿...?
- Llevo en Madrid doce años esperando la suerte. Vine a servir al Rey, como dicen en mi pueblo, ingresando en el regimiento de Covadonga. Allí me destaqué también con una "introducción" sinfónica, que escribí, la cual tocaron en la banda de dicho regimiento. Al terminar el servicio, un ilustre título de esta Corte me llevó a su casa para que diera lecciones a una hija suya. Más tarde, creyéndome poseído de los elementos que se exigen para ser músico mayor, me presenté en el ministerio de la Guerra; obtuve el puesto, a mi entender, pero, como siempre ocurre en estas cosas "me birlaron la plaza"...
- ¿Y la situación económica?
- Como no la resolvía del todo esta lección que daba, la dejé y busqué trabajo en las orquestas de teatro. Muy pronto me requirieron varias de ellas por la exclusividad de mi instrumento, que se carece de él en algunas partes: el "fagot". Esta fue mi arma de combate durante varios años, y ella fue también la que estimuló cariñosamente para poder estudiar en el Conservatorio de Madrid.
- Donde te concedieron también el premio extraordinario de composición, ¿no es eso?
- Así es. Mi compañero Wagener y yo fuimos los premios extraordinarios de este año. Por cierto, que el apellido de verdad de mi compañero es Wagner, pero como no quiere aprovecharse del apellido del célebre músico, ni tampoco que le llamen el segundo, Wagner lo ha cambiado y se firma Wagener...
- ¿Quién ha sido tu profesor?
- Conrado del Campo, a quien admiro y quiero por la protección a mis estudios.
- ¿Muchas felicitaciones...?
- Más de las que merezco. Algunos valencianos ilustres que se hallan en Madrid también me han felicitado.
- No está mal que los de tu tierra comiencen a conocerte. ¿Cómo titulas la suite presentada al certamen nacional?
- "Pinceladas Goyescas"... En cuanto a los de mi tierra, más que ahora, creo que acabarán de conocerme cuando termine de poner música a la obra "La clavariesa", de un escritor valenciano también.
- ¿Tardarás mucho?
- Bastante... No hay que correr demasiado, y luego parar en seco. Nuestra labor, propia más que ninguna de la inspiración, surge pletórica de vida cuando menos interesado está uno en ella. Viajando..., paseando...
- ¿Viajas mucho?
- Hasta ahora no, pero paseo mucho por los paisajes de las afueras madrileñas; allí se me inspiran las pastorales y los poemas descriptivos que suelo componer para después seleccionar.
- ¿Y de la bohemia en Madrid...?
- Gracias a mi familia, no conozco ningún gesto calamitoso sobre mi persona. Alguna vez me reúno en tertulia con amigos de profesión en algún café, y otros acudo solícito, en preferencia los domingos, a comer algún plato de arroz a la valenciana en ese establecimiento clásico de la Cava Baja, que tu ya conoces y que lleva hasta el nombre "La Valenciana". Tú mismo has visto los artistas que en derredor del clásico arroz nos reunimos, contando de sobremesa la bohemia de cada uno.
- ¿Estamos bien en (...) música contemporánea?
- Si, muy bien. Pero crea que empezamos ahora un renacimiento lírico en toda España, pues las obras plásticas, las que (...) inspiradas en la nota costumbrista de las regiones, tanto en ópera como en zarzuela, pueden tener una (...) triunfal para los españoles.
- ¿Tenemos buenos músicos?
- Pocos. Los más son mercaderes de tránsito. Ganan mucho dinero pero pasan desapercibidos. No hay consagración.
- ¿Música extranjera...?
- Beethoven... Wagner... Verdi...
- ¿Españoles preferidos...?
- Caballero, Bretón, Arrieta, Granados...
- ¿Qué piensas hacer con las cinco mil pesetas del premio?
- Pagar las setecientas que me han costado los derechos reales, timbres y demás para poder cobrar el premio...
- (...) ¿Te vas?...
- Si; como ves, ahora mismo salgo en el Correo para Valencia. Voy a contemplar la alegría que produce mi premio entre mis padres. Volveré a Madrid dentro de quince días, para continuar trabajando con fe y entusiasmo. Quiero cooperar a enriquecer el emporio lírico español, si valen algo mis pobres composiciones.
Nos despedimos con un abrazo, del joven maestro de treinta años, que ha empezado a gustar de la gloria después de tantos esfuerzos.
- ¿Qué quieres para Valencia?
- Un abrazo muy grande a todos por medio de LA CORRESPONDENCIA.
Tu ya sabes lo mucho que se quiere a la patria chica, aunque yo comience a triunfar fuera de ella.
J. GUILLOT CARRATALÁ
Madrid.
(La Correspondencia de Valencia. 31 de diciembre de 1928.)
En noviembre de 1929 Las Provincias publicaba unas reflexiones sobre la obra de Moreno Gans, de D. José Manuel Izquierdo, D. Emilio Seguí y la del organista de San Jaime, D. Vicente Igual:
Las Provincias, 20 de noviembre de 1929. Prensa Histórica.
Y en 1953, el propio Moreno Gans explicaba en la revista Ritmo cómo compuso la obra Pinceladas Goyescas, y cómo se decidió a presentarla al premio nacional de música. Explica que pensó en hacer una Suite basada en las pinturas de Goya, y cómo le sirvieron de inspiración el tapiz "La maja y los embozados", los paseos por los jardines madrileños, el Museo del Prado, la "Romería de San Isidro", "las mozas del cántaro"... Finalmente, decidió presentar la obra al premio nacional de música, que en ese 1928 conmemoraba el centenario de Goya.
"Cómo nacieron Pinceladas Goyescas", por José Moreno Gans.
Ritmo, 1 de diciembre de 1953. Prensa Histórica.
D. José Moreno Gans.
Fotografía publicada en Ritmo, 1953. Prensa Histórica.