Casas del final de la calle Montaña hacia los años 50.
La fotografía, sin fecha, debe ser de principios de los años 50. En realidad no importa el año. El aspecto de la calle fué así hasta que fueron derribando las casas y construyendo nuevos edificios.
Se ve (mucho mejor al ampliarla) al fondo, el antiguo paso a nivel y jardín de la estación del tren.
La casa de la esquina era la botiga de Doloretes (V. Botella). Era una tienda de ultramarinos, pero también vendían cosas como material para costura, y un poco de todo.
Después, las casas de Girbés, Corts, Talens, Esteve (les beuetes), Camarasa, Vicente Plaza Cerveró y hermanos, El Carboner, familia de Salvador Raga Amato, Penadés Jornet, Presentación Martínez, la Viuda Masiá, Miguel de la Virgen el Cabrero.
Casi todas estas casas fueron derribadas hace mucho tiempo. Algunas no hace tánto. Y aunque había algunas grandes, en general destaca la sencillez y sobriedad de las fachadas.
Detrás de estas casas había una acequia (la sequia de les Portelles). A ella se accedía por una pequeña puerta (la portella), alguna tán pequeña que había que agacharse para pasar. En esa acequia, por ejemplo, se lavaba la ropa (y había que tener cuidado porque si alguna pieza caía al agua, difícilmente se podría recuperar).
Se ve (mucho mejor al ampliarla) al fondo, el antiguo paso a nivel y jardín de la estación del tren.
La casa de la esquina era la botiga de Doloretes (V. Botella). Era una tienda de ultramarinos, pero también vendían cosas como material para costura, y un poco de todo.
Después, las casas de Girbés, Corts, Talens, Esteve (les beuetes), Camarasa, Vicente Plaza Cerveró y hermanos, El Carboner, familia de Salvador Raga Amato, Penadés Jornet, Presentación Martínez, la Viuda Masiá, Miguel de la Virgen el Cabrero.
Casi todas estas casas fueron derribadas hace mucho tiempo. Algunas no hace tánto. Y aunque había algunas grandes, en general destaca la sencillez y sobriedad de las fachadas.
Detrás de estas casas había una acequia (la sequia de les Portelles). A ella se accedía por una pequeña puerta (la portella), alguna tán pequeña que había que agacharse para pasar. En esa acequia, por ejemplo, se lavaba la ropa (y había que tener cuidado porque si alguna pieza caía al agua, difícilmente se podría recuperar).
(Entrada en construcción)
(Continuará)
(Continuará)
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