jueves, 2 de agosto de 2012

La tragedia de la pirotecnia de la calle Cervantes, agosto de 1931

  




Estado en que quedó la casa de la calle Cervantes donde se produjo la explosión.





   José García Llopis y su esposa Milagros Ferragud Giner, los dueños del taller piroténico. Fallecieron esa misma noche en el hospital de Algemesí.



   Milagros y Josefina García Ferragud, hijas de los propietarios del taller fallecidos en la explosión. Y Maria Cruz Giner, de sesenta años, víctima también de la catástrofe.




   Purificación Carpi Oliver, de 26 años, obrera del taller, fallecida, al igual que su esposo Vicente García Barberá, de 29 años. En la otra fotografía, José Maravilla Caballero, superviviente de la tragedia.
 
 



   Paso del cortejo fúnebre por la placeta de la Mare de Déu dels Àngels. A la izquierda, fotografía de Vicente García Barberá, víctima de la explosión.

Reportaje publicado en Mundo Gráfico el 12 de agosto de 1931.





   La fiesta de la plaza de la Mare de Déu dels Àngels, el 2 de agosto, era una de las fiestas de calle más importantes en Algemesí, y los fuegos artificiales eran uno de los elementos principales de la fiesta.
   El sábado 1 de agosto de 1931 se produjo esta tragedia en la que fallecieron cinco personas.




   El diario ABC publicó un artículo (4-8-31) y un reportaje gráfico en Blanco y Negro (9-8-31).

   Decia el ABC:
   "En el piso principal del número 56 de la calle Cervantes de Algemesí, taller de pirotecnia de José García, se trabajaba en la confección de un castillo y varias tracas de colores que debian dispararse el domingo en la misma población con motivo de las fiestas a la Virgen de los Ángeles, cuando, alrededor de las siete de la tarde del sábado, se inflamó alguna pólvora por el agobiante calor que reinaba, originándose una explosión terrible seguida de innumerables detonaciones y de un formidable incendio que destruyó la casa y se propagó a las colindantes...
...a pesar de los auxilios, bastante limitados por la insuficiencia y mal estado del material de Incendios de la localidad. La llegada del de la ciudad de Alcira y de unas bombas de la Diputación provincial, que casualmente trabajaban en el pueblo de Benifayó, evitó que la catástrofe adquiriera proporciones mayores...."

   La Vanguardia explicaba el dia 3 que el gobernador se desplazó a Algemesí el domingo para asistir al entierro de las víctimas (también acudió después el alcalde de Valencia). Se organizó una suscripción popular en favor de las hijas de los fallecidos.
   Con motivo de esta catástrofe, el gobernador "publicó una órden para regular la fabricación y manipulación de los productos de pirotecnia".




   Un recuerdo para esta tragedia que no debería ser olvidada.
  




El Luchador (Alicante) 4 de agosto de 1931
Fuente: Prensahistorica MCU



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